Prosa

Mi gurús

(Traducción automática - Google)
En la Ciudad Vieja es un lugar maravilloso. A lo largo de la línea de tranvía kilometros dos primeros corre el cementerio y, a continuación, comienza la ciudad parque. Fui por tanto como dos paradas antes, porque me encanta explorar nuevos lugares para pasear por las estrechas calles, hay helados y silbato diferentes motivchiki! El parque, rodeado por una valla alta, puede introducir a través de las enormes puertas de hierro, pozelenevshie de tiempo y de la humedad... Pero tengo una de esas rareza. Me gusta entrar en el civil de formas no tradicionales del lugar, especialmente si es posible para cortar el camino! Una rotura en la valla - y, por supuesto, esta posibilidad, no podía faltar!

Lo que vi en el otro lado, es de hecho digno de admiración! Hedge, florecen las flores de color rosa (puede brezo, puede cualquier tipo de rosas), y en el interior de la puerta pequeña, o más bien, incluso las puertas.

Tuve prignutsya para penetrar en el interior. Por accidente, me tropecé y caí, pero la hierba era tan espeso y suave que no duele. Pensé por un momento que me encontré en otra dimensión: el canto de aves, mariposas FLIT hermoso de todo el mundo tsveli rara belleza de las flores, y encima de ellos remolino solitario pero muy feliz abejorro. A través de la corona traslúcida Domingo. Y, a continuación, atrajo mi atención por algo increíble - de profundidad, en el jardín y con el testimonio gasli luces de colores: amarillo, verde, rojo, azul, índigo y color brillante de los blancos... Con las luces tienen un examen de vidrio piedras redondas en torno a vylozhennymi flores con gladioluses.

Ante los ojos de una hermosa vista: algo así como un jardín japonés con árboles enanos, un estanque en miniatura, que hilada, el pez dorado, y casi de juguete casa con techo rojo, decorado con dragones verdes. Curiosamente, la casa era tan pequeña que sólo podría entrar en unirse a la cuclillas. ¿Quién podría vivir allí? ¿O es una banda decorativa, pertenecientes a partes distantes del parque de la ciudad?

Tenía curiosidad, y decidió de inmediato para averiguar donde el camino de arena. Después de vagar de un jardín japonés y la espesura de encuesta, me tropecé, incluso a los pequeños que crecen en ogorodik zanahorias, patatas, nabo y de todo tipo, desde eneldo a tarhunom. Aquí, claramente alguien había vivido... Más extraño es el hecho de que el jardín no tiene nada que ver con parques y terminó pared ciega, que a lo largo de las ortigas creció.

Por lo tanto, la única entrada a este mundo perdido lacrimógenos para servir en la pared de la calle y un poco de la puerta secreta, que me llevó a mi intuición, o, quizás, la pasión por la aventura.

Todavía un poco saltaba yo a lo largo de la pared, en un vano intento de ver algo más que los árboles, y ya se ha reunido para volver, cuando de repente poslyshalsya lejano crujir de los viejos, de alto tilo.

Allí, en un pequeño prado, soleado, en la mecedora de la sesión... sonriente enano. I pyalilas a él en todas sus ojos y no podía pronunciar una sola palabra de la conmoción. Se inició la conversación:

"En cuanto a usted, mi jardín japonés? Yo ya voy viendo por usted, y usted es probablemente el primer hombre en los últimos 10 años, encontré un rincón acogedor."

"Eh-eh, lo siento...", - me murmuró.

"No pasa nada, estoy feliz, aunque la empresa! Así que a veces quieres hablar con alguien sobre el tiempo, las últimas noticias!

Enano parece muy amable e incluso me invitó a ir a la casa, sin embargo se negó a nombre de su nombre, citando el secreto de su situación.

La casa no tiene casi muebles, sólo una pequeña ronda de cielo de color sofá y estanterías con libros por la ventana - un telescopio. El uso de la palabra - un montón de almohadas de seda de colores, un portátil de mesa para la ceremonia del té, una alfombra con un mapa del cielo y de la piel de cordero.

Y luego bebían té de jazmín verde a todas las normas de la ceremonia del té y discutir los libros de Osho, Castaneda, Kant y muchos otros. etc Me dijo acerca de las diferentes semillas, sobre las normas de cultivo de rosas y otras flores, reveló los secretos de la creación de un jardín japonés. Yo sólo escuchaba y trataba de recordar todos los detalles, absorbiendo como una esponja, cada uno de su palabra.

Yo broma lo llamó "mi gurú", y no delito.

Incluso si usted me preguntó si la verdad o la historia es pura ficción, no puedo contestarle. Mi gurú me pidió que no le digas a nadie acerca de este lugar, por lo que el nombre de la ciudad, no voy a mencionar...

Después de todo, simple palabra humana por algo, entonces sí!